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sábado, 3 de diciembre de 2011

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Si algo nos ha demostrado esta monstruosa crisis es que no entiende de fronteras territoriales. Ni tan siquiera de clases sociales, pues aunque con distinta manifestación, todos sufrimos esta pandemia económica. El capitalismo nos ha globalizado a todos. Internet también daña al separatismo. La revolución de las revoluciones nos ha transformado de ciudadanos de frontera a ciudadanos universales. Es curioso que a pesar de la palpable globalización de las sociedades modernas, aún tengan existencia expresiones nacionalistas de raíz populista. No sé que me produce más escarnio, si la ondeada de banderas españolas de los militantes del PP, aclamando a su victorioso líder tras el triunfo del pasado 20N; o la desacreditación de Bono hacia Carme Chacón porque no expresa su nacionalidad de la misma forma que él. Ya sabemos que siendo mujer y catalana no lo tiene fácil, pero nunca pensé que la bofetada de la gerontocracia socialista, más chauvinista que nunca, iba a ser tan directa. Debemos aprender que las expresiones de cada una de nuestras identidades son personales, y que envolvernos en banderas o expresiones populares no nos hace más arraigados a la causa de quien no lo hace. No es más señor el que porta traje y corbata, ni más español el que grita ¡Viva España!