La belleza y la utilidad social del objeto es lo que determina su definición como obra de arte. Al menos eso dicen la mayoría de expertos. Para mi es aquello que el ser humano transporta desde su imaginación a la realidad produciendo emociones. La imagen que aparece en la parte inferior recoge un grupo de mujeres valencianas que han decidido lucir sus cuerpos semidesnudos en un calendario, con la finalidad de que sus hij@s puedan ir a la escuela. Ya sabemos que la Comunidad Valenciana hace de sus fondos públicos un recurso para el lujo, lo de financiar un autobús para escolares no entra en sus partidas. Estas mujeres han decidido transmitir su belleza corpórea sin retraimiento y con firmeza. Anatomías naturales, curvadas y rectas, imperfectas, alejadas de la dictadura del canon que marca el bisturí. Insinuando con sensualidad aquellas zonas corporales que entonan nuestras fantasías más perversas.
El calendario hubiera tenido mayor éxito si también, junto a
esas mujeres, hubieran aparecido los padres de los chavales. Los calendarios
mixtos son más enriquecedores que los diferenciados. El cuerpo, desde
lo estético, es intersexual, debe mirarse sin prejuicios. El David de Miguel
Ángel embriaga los sentidos con la misma
intensidad que todas las Venus de la
Historia del Arte. La desnudez es un arte. Estas fotos lo son. Estéticamente bellas, nacen de la imaginación
y cumplen una doble función social: exaltar los sentidos y financiar un autobús
escolar.
@antonioviller