Etiquetas

lunes, 17 de enero de 2011

HACIA EL FINAL DEL CULTO AL TABACO

Con el nuevo año, en España entró en vigor una de las leyes más polémicas del gobierno: La Ley Antitabaco, que ordena la prohibición de fumar en cualquier recinto cerrado así como en otros lugares como parques infantiles o inmediaciones hospitalarias. La crispación entre fumadores y no fumadores, en su ejercicio de opinión pública, está muy lejos de la de los  periodistas o escritores sensacionalistas que intentan vendernos el enfrentamiento como una rebelión popular donde el fumador queda estigmatizado. Algunos se olvidan que la sociedad española está civilizada, el instinto inquisitorial del analfabetismo se ha superado.

Concurriendo, esta ley es necesaria y hace justicia. Es insostenible en todos los ámbitos que los hábitos nocivos ejercidos libremente por algunas personas perjudiquen a otras. Es como si las consecuencias de un conductor imprudente las pagasen todos  los conductores y los que no lo son. Es ilícito que mi salud se sienta en peligro por las voluntades de los demás.

El descontento de los que fuman es entendido desde el mono que les esclaviza y les cohíbe a comprender la situación. Como hace toda droga. Los no fumadores siempre hemos tenido que ceder a las peticiones de los no fumadores, por eso es una trampa promover locales exclusivos para fumadores, porque acabaríamos entrando los que no fumamos. Dándoles igual el lugar y las personas de alrededor, te preguntaban (que satisfacción hablar de esta práctica en pasado) si pueden echarse un cigarro, o más descabelladamente lo encendían y  te invitaban a un cigarro bajo el interrogante: ¿fumas? Reparaban sus consecuencias apartando el humo de tu cara o solidarizándote un cigarro, pero nunca se planteaban no fumar delante de ti. Los no fumadores no hemos sabido imponer en la normativa social nuestro derecho a la salud, a los espacios sin humos. Esperemos que la ley lo consiga.

Los otros implicados en este asunto son los hosteleros y propietarios de locales de ocio nocturno. Apuestan por la separación de zonas,  una estafa al no fumador puesto que el humo no entiende de barreras arquitectónicas y carga el ambiente por igual. Todos los empresarios deben de velar, por encima de todo, por la salud de sus clientes y trabajadores. Es un temor catastrofista, infundamentado, de empresarios pesimistas e inmovilistas, que la ley vaya a mermar los ingresos de estos negocios. ¿Alguien se plantea no ir a tomarse el desayuno en el lugar donde lo lleva haciendo toda la vida?; ¿cenas de trabajo, convites familiares se van a ver reducidos únicamente por no poderse fumar dentro?; ¿las discotecas quedarán desérticas y se acabarán las típicas noches made in Spain? Si es así, ¿cuánto de ilimitado es el poder del tabaco que puede llegar a hundir sectores económicos y cambiar todo un país?

Además de tener protegida su salud, a partir de ahora, el no fumador no tendrá la sensación de tener la cabeza bajo una chimenea cuando regente un bar. No tendrán que soportar el olor desagradable del tabaco en su ropa. Junto a esto, esos pósitos don juanescos de la sociedad española que se vertebran entorno al tabaco se irán desgajándose de ella. El café, copa y puro, ese emblema tan perjudicial de la cultural española con el  que se pone fin a una copiosa comida en festividad, debe de mitigarse en las nuevas generaciones con un eficaz programa educativo de valores saludables. Es muy preocupante que el adolescente de Nuestro Tiempo considere empezar a fumar como uno de los primeros acercamientos al mundo adulto. Hay que obnubilar también las múltiples imágenes positivas referentes al cigarro: como símbolo de equidad entre el hombre y la mujer, o como postre post-sexual: el llamado cigarro de después. Esperemos que esta ley cambie también estas mentalidades.

P.D: A mis grandes amig@s fumadores, que me perdonen. Sólo hago eco de mi opinión.

5 comentarios:

  1. Buenas!
    La verdad es que me ha gustado mucho esta entrada, aunque no te voy a negar que soy fumadora desde hace varios años, y que al principio esta nueva ley me sentó como una patada en el culo. Debo decir también que esta patada se debió solo porque ahora hace frío para salir a fumar a la calle cuando estás comiendo en un restaurante, o tomando algo en un bar.
    Peeero (siempre hay un pero) como he dicho, me ha gustado tu entrada porque creo que esta nueva ley, aunque haya traído mucha polémica, también ha traído muchas otras cosas buenas que tu muy bien has mencionado en tu artículo. Sobretodo, me alegra esta nueva ley por los niños pequeños que se ven obligados a acompañar a sus padres fumadores (o no) a tomar un café en medio de una montaña de humo. Me parece muy correcto y me parecería muy plausible y satisfactorio que gran parte de la sociedad se diera cuenta de los cambios positivos que nos puede aportar este cambio, más que más, por que las nuevas generaciones crecerían sin hacer del tabaco algo obligatorio en sus vidas, ya sea temporalmente o no.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por leer mi artículo. Me alegro de que te gustara. De acuerdo totalmente con tu opinión. Un saludo

    ResponderEliminar
  3. Hola. Como no fumador, la ley me ha parecido positiva, especialmente en cuanto a su incidencia sobre un eventual cambio de mentalidad y costumbres hacia una sociedad más saludable.

    Sí diría que, personalmente, me ha parecido un tanto exagerada en su persecución y arrinconamiento a los fumadores, que representan un alto porcentaje de la población y no merecen que se les demonice hasta esos extremos.

    Por ello, habría abierto un poco más la mano con relación a la prohibición de fumar en ciertos lugares de la vía pública. Con el progresivo encarecimiento del tabaco y el veto a sus malos humos en espacios cerrados, los fumadores son ya una especie en peligro de extinción.

    Un saludo y mi más sincera enhorabuena por el blog.

    ResponderEliminar
  4. totalmente de acuerdo ya no parece tan dificil ver que estamos en la cera de enfrente ,el fumador parace un asesino

    ResponderEliminar
  5. Me agrada su punto de vista acerca de este tema. Saludos desde México.

    ResponderEliminar